lunes, 5 de noviembre de 2012

LLEGA GASSET HABANA: SABOR CUBANO EN LA MILLA DE ORO


Motivado por las ansias de crear un lugar de encuentro de la sociedad de esta isla del Caribe, se fundó en Madrid, en 1967 un lugar de reunión para todos aquellos que emigraron a la península, el Centro Cubano. En él se creó un restaurante que utilizaba los productos más autóctonos, diez años después, Fernando Fernández, uno de los numerosos socios del centro, alquiló el local convirtiéndose en su nuevo dueño. Tras su cierre, la hija del propietario, Lourdes Carreño, y su joven hijo, Ricardo Vallez, no quisieron perder la tradición gestada por su familia, y decidieron continuar transmitiendo la pasión por esta comida con la apertura de un restaurante, único en cuanto a su buen hacer, Gasset Habana (Ortega y Gasset, 69. Madrid. Tel. 608 940 539. www.gassethabana.com).



Y es que, dados sus orígenes, han sabido impregnar el carácter de la gastronomía más típica de ese país. Una cocina 100% autóctona, que convive en perfecta armonía con productos españoles, que se pueden tomar a la hora del aperitivo, en el desayuno o en el menú de mediodía.

En este lugar tan auténtico, se recuperan algunos platos que se perdieron tras la Revolución, para así demostrar que esta culinaria criolla es rica en materias primas y no solo se basa en arroz o frijoles. Uno de ellos, es el Ajiaco, considerado uno de los platos más característicos, un guiso de carnes y tubérculos que tradicionalmente, se tomaba los lunes en las casas. Además, se pueden disfrutar otras recetas míticas como la Ropa Vieja que se puede acompañar con distintas guarniciones populares (moros o cristianos, maduros, arroz frijoles, yuca hervida o frita, puré de malanga…); la Vaca frita, las masitas de cerdo; el tamal de maíz envuelto en su propia hoja o un filete de pescado relleno de camarones y para finalizar un delicioso postre de guayaba con queso crema.


Todos estos manjares están elaborados por su chef Bárbaro Pérez Valdespino, formado en la Asociación Culinaria de Villaclara, en la Ciudad de Santa Clara (Cuba). Con ellos trata de acercar las raíces unas costumbres que se fueron perdiendo con la crisis de esta isla. Por sus expertas manos, pasan productos ‘insignia’ traídos desde allí, como el ají cachucha, el cilantro de hoja ancha, diferente al que aquí conocemos, y el vino seco, que está presente en muchas recetas y confiere un sabor muy característico a la comida.

Su salón, con capacidad para 18 comensales, está decorado en tonos claros. La mezcla de elementos clásicos con otros más contemporáneos le da un aire colonial renovado y elegante. Los ventanales aportan una gran luminosidad al espacio. Además, el restaurante se completa con una terraza habilitada para 40 personas.



Asimismo, se puede desayunar y tomar una comida más informal, para ello el local dispone de una barra.. Y cómo no, tomar un exquisito mojito de Ron Legendario blanco –que se exporta y embotella directamente desde la isla- tan auténtico como los que se servían en el Centro Cubano.

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