viernes, 20 de julio de 2012

Se acabó lo de beber gin-tonic, ahora se lleva el vodka

Los más modernos del lugar llevan un par de años bebiendo ginebra con tónica o gin-tonic en los lugares de culto, donde el afterwork se ha convertido ya en una convención social. Pero cuidado, el gin es sólo el primer paso para acabar bebiendo la verdadera bebida de moda en Nueva York que no es otra que el vodka y sus múltiples variantes.


Nos creíamos nosotros muy británicos estos años pidiendo un gin-tonic con pétalos de rosa y rodajas de pepino en la barra del último garito de moda. Incluso algunos nos sabíamos ya hasta las marcas de ginebra más cool o las mejor se mezclan con la apreciada tónica. Pero nos creíamos tan modernos que no nos dábamos cuenta que estábamos equivocados, porque Londres mola pero más mola Nueva York.

Y en la Gran Manzana el gin-tonic se toma, como no, pero el rey de las destilerías entre rascacielos y ejecutivos (a lo Mad Men) es el vodka. Una moda que es sólo cuestión de tiempo que llegue a España. Los buenos cocteleros saben que el vodka es el lienzo perfecto para cualquier sabor y marida bien con muchos alimentos, y es que ahora lo que más se lleva es comer con destilados.




Pero, ¿por qué hablamos de Nueva York si el vodka es ruso? Es curioso pero el vodka es uno de los grandes valores del american way of life y es que, por ejemplo, Estados Unidos es el segundo mayor productor del mundo, superando a la originaria Polonia o Ucrania. El vodka más vendido del mundo, el Smirnoff, por muy ruso que suene se destila en Connecticut (Nueva Inglaterra). El Bloody Mary, uno de los cócteles más famosos que utilizar el vodka y que nació en plena Ley Seca, se inspira en la actriz Mary Pickford, la original novia de América.

El vodka es el rey de la mezcla precisamente porque es suave. El destilado ideal para la nueva generación de cócteles, que busca romper moldes y afinar la imaginación. Más allá de los conocidos Cosmopolitan, Bloody Mary o Sex on the beach, existen toda una generación de nuevos preparados dispuestos a conquistar los paladares más exigentes: el Gimlet y su sabor a lima, el sabroso Bullshot con consomé, el Ruso Negro, Ambar Mandarina, Amor perfecto, Aprés-ski, Blenheim... cualquiera de ellos digno de convertirse en la bebida del verano.


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